Menos sol, pero igual calorcito

Continuando con el tema de las altas temperaturas (aqui en Hillo es difícil hablar de otra cosa en verano) hoy la naturaleza nos está ofreciendo a los condenados, ejem, ciudadanos Hermosillenses, un día de esos... a través de mi ventana veo un cielo nublado, y también observo que la brisa mueve las hojas del árbol que es mi vecino.
Para cualquiera (cualquiera que no sea de aquí) eso significa una tarde tranquila, agradable. Pero nosotros, los condenados, sabemos que las nubes solo sirven para atrapar el calor, ya que éste no se disipará al caer el sol, se quedará para seguirnos cociendo por la noche. La "brisa" es una bocanada de horno, perfectamente capáz de secar las plantas del jardín si no tomamos la previsión de regarlas, y en algunos casos, de cubrirlas. Creanme, los helechos no son para Hermosillo.
Mañana continuaremos con "los efectos de las lluvias de verano en los condenados, o de como perdí la epidermis por un chorro de refrigeración de mi carro que estaba parado en el sol"